En días pasados entre a internet para ver cómo había quedado el tarjetón electoral 2013, definitivamente una cosa es escuchar o leer y otra bien distinto es ver. Cuando se abrió la página puedo decir que me impactó, no sabía si reir o llorar (¡que trillado!), pero era una mezcla de sentimientos, un debatir interior y hoy les escribo del por qué tantas emociones.
Ver la cara de Capriles en una única tarjeta es uno de los mayores y mejores logros de esta "revolución" en la que estamos envueltos desde hace ya muchos años. La tarjeta única es la demostración de un consenso, de una claridad, en nuestros dirigentes, de la necesidad de una alianza, es recoger el grito interior de millones de personas que estamos decididas a lograr el cambio que queremos y necesitamos, es dejar de lado los intereses personales y partidistas y centrarnos en que por encima hay algo que es más importante y urgente y esto es Venezuela y el futuro de su gente.
La tarjeta única es la consolidación de un esfuerzo, el logro de un sueño, la certeza de que hemos madurado políticamente, también es reconocer la fuerza del otro y en consecuencia unirnos para ser un oponente capaz de ganar ¡Eso es inteligencia!
¿Qué es lo único que no entiendo de todo esto? que aún existan candidatos que no siendo partidarios del gobierno se lancen como independientes????????????????
Bueno, pero que esto no nos amilane, que la nueva oportunidad que se nos puso en el camino, la tarjeta única, la concentración de ayer domingo en Caracas son manifestaciones de que éste 2013 es un año de grandes cambios y desde mi óptica son cambios positivos.
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